Evita los errores narrativos más comunes y conecta de verdad con tu público

Contar historias es una de las herramientas más poderosas de la comunicación y el marketing. Cuando se utiliza bien, tiene el potencial de enganchar, emocionar y crear conexiones profundas con el público.

Sin embargo, incluso las mejores historias pueden perder su impacto si están mal estructuradas o si se omiten elementos esenciales.

Hay errores comunes en la narración de historias que pueden socavar la eficacia del relato e incluso alejar a quienes deberían conectar con el mensaje.

Hoy vamos a conocer estos errores y a presentar estrategias para evitarlos, ayudándole a construir historias que realmente resuenen con su audiencia.

¿Qué es contar historias?

El storytelling, en su esencia, es el arte de contar historias. Más que transmitir información, la narración busca implicar, emocionar y captar la atención del público mediante la construcción de relatos portadores de un propósito y un mensaje.

Se utiliza ampliamente en diversos ámbitos, desde la publicidad hasta el desarrollo de contenidos, con el objetivo de crear una conexión emocional que vaya más allá de la lógica y los fríos datos.

Pero, ¿qué hace que contar historias sea tan poderoso? Una buena historia activa diferentes áreas del cerebro, haciendo que la experiencia sea más memorable e impactante.

En lugar de limitarse a “oír” un mensaje, el público lo “vive” a través de la narración. Esto permite a las marcas, los influencers y los creadores de contenidos transmitir valores, ideas y sentimientos de una forma mucho más atractiva.

En el contexto del marketing y la comunicación, el storytelling es una herramienta estratégica para construir la identidad de una marca y consolidar su relación con el público.

Permite a una marca posicionarse en el mercado tanto a través de los productos que vende como de la historia que cuenta y los valores que representa.

Cuando se utiliza bien, la narración transforma a la audiencia en parte del viaje, generando identificación y fidelidad.

Errores comunes en la narración de historias y cómo superarlos

En el mundo del marketing y la comunicación, contar historias atractivas es una habilidad crucial para captar la atención y los corazones del público.

Sin embargo, muchos acaban cometiendo errores narrativos comunes que dañan el impacto de la narración y la conexión con el público.

Errores como la falta de claridad, la superficialidad de los personajes y la falta de atención al público objetivo son algunos de los problemas que pueden hacer que una historia pierda su valor.

1. 1. Falta de claridad

Uno de los errores más comunes en la narración de historias es la falta de claridad en la narración. Cuando la historia no es clara y directa, acaba generando confusión en lugar de conexión.

Las narraciones confusas desvían la atención del público, dificultan la comprensión del mensaje principal y a menudo ponen en peligro el compromiso. En un entorno en el que la gente tiene cada vez menos tiempo y más información que procesar, ser claro y objetivo es esencial.

Las historias que se pierden en excesivos detalles, utilizan mucha jerga o carecen de una estructura lógica pueden alienar rápidamente al público.

La falta de claridad impide que el lector o espectador comprenda la esencia de la historia y también perjudica su percepción de quién la cuenta. Por eso, una narración clara es el primer paso para crear una conexión real con tu público.

Solución

Para evitar la falta de claridad, he aquí algunos consejos prácticos:

• Defina el objetivo principal de la historia: antes de empezar, tenga en mente el mensaje central que quiere transmitir. Esto te ayudará a mantenerte centrado y evitará que la narración se pierda.
• Utilice un lenguaje sencillo y accesible: evite términos técnicos o expresiones que su público pueda no entender. La sencillez es un poderoso aliado a la hora de contar historias.
• Estructurar la narración: una buena narración sigue una estructura lógica: introducción, desarrollo y conclusión. Esto ayuda al público a seguir la trama y comprender el contexto.
• Sea directo: elimine los detalles innecesarios y céntrese en lo que realmente importa para transmitir su mensaje. Menos es más cuando se trata de claridad.

Un buen ejemplo de claridad y éxito en la narración de historias es Bianca Andrade, también conocida como Boca Rosa. A lo largo de su carrera, Bianca ha construido una marca personal fuerte y auténtica, utilizando historias claras y objetivas para conectar con su público.

Desde el principio de su carrera, siempre ha mantenido una comunicación directa y accesible, compartiendo sus experiencias y retos de forma sencilla y atractiva.

Esta claridad en su narrativa le permitió ganar una legión de seguidores y solidificar su presencia como influencer y empresaria.

2. Caracteres débiles

Entre los errores habituales en la narración, los personajes débiles o mal construidos pueden ser uno de los mayores obstáculos para una narración eficaz. Los personajes son el corazón de la historia; impulsan la trama, despiertan emociones y crean un puente entre la historia y el público.

Cuando los personajes son superficiales o sólo reproducen estereotipos, es difícil que el público conecte con ellos o se interese por la historia que se cuenta.

Para superar este problema, concéntrese en dotar a sus personajes de profundidad y propósito. Piense en las motivaciones y los retos internos que hacen que sus acciones sean más auténticas y que tengan sentido dentro de la narración. Un personaje bien desarrollado tiene capas y matices, con una historia vital y dilemas que lo hacen real a los ojos del público.

Esta autenticidad ayuda al público a ver al personaje como una persona real, lo que a su vez aumenta el impacto emocional de la narración.

Imaginemos, por ejemplo, un personaje que se enfrenta a obstáculos a los que muchos miembros del público ya se han enfrentado, como la inseguridad o el miedo al fracaso. Este tipo de conexión hace que la historia sea más cercana, porque los retos del personaje se convierten, en cierto modo, en los propios retos del público.

Por eso, al evitar los personajes débiles y centrarse en figuras con propósito y autenticidad, se crea una historia que no sólo informa, sino que realmente conmueve e inspira.

3. Desconocimiento del público destinatario

Otro error común en la narración es ignorar al público objetivo, un fallo que puede comprometer la eficacia de la narración. Cada público tiene sus propias características, preferencias y valores, y lo que resuena en un grupo puede ser irrelevante para otro.

Cuando no se tiene en cuenta al público destinatario, se corre el riesgo de que la historia suene desconectada o incluso indiferente a los intereses de quienes la escuchan.

Para superar este error, el primer paso es conocer a la audiencia a la que vas a contar la historia. Entender lo que buscan, lo que valoran y lo que esperan te ayuda a adaptar la narración para crear una conexión real.

Esto puede significar ajustar el lenguaje, elegir temas que coincidan con los intereses de la audiencia y abordar temas que realmente les interesen. Cuando la narración se diseña pensando en el público, las posibilidades de éxito aumentan, ya que la historia refleja las emociones, experiencias y aspiraciones de la audiencia.

Al situar al público en el centro de la narración, se crea una historia más relevante y se construye un espacio de empatía e identificación.

El público siente que la historia está hecha para él y, por tanto, se involucra más y se muestra más receptivo al mensaje. Esta personalización suele ser lo que convierte una buena historia en una experiencia memorable e impactante.

4. Ignorar la estructura

Otro error común en la narración es ignorar la importancia de una estructura bien definida. Una buena historia sigue un flujo lógico y ordenado, con un principio, un nudo y un desenlace claramente delimitados.

Cuando la estructura es caótica, con saltos temporales bruscos o cambios de perspectiva que no tienen sentido, el público tiende a perderse y la narración pierde rápidamente su impacto.

Para evitar este error, planifique la secuencia de la historia de forma que tenga sentido para el público. Una narración bien estructurada tiene una introducción que prepara el escenario, un desarrollo que presenta conflictos o retos y una conclusión que ofrece una resolución.

Esta estructura facilita la comprensión y crea un ritmo que mantiene la atención del público, ayudándole a seguir la historia con naturalidad.

Al evitar los saltos o los cambios bruscos, se permite al público sumergirse en la narración sin distracciones, lo que aumenta el potencial de compromiso.

5. Sobrecarga de información

La sobrecarga de información es uno de los errores más comunes en la narración, que puede arruinar hasta la historia más interesante. Cuando hay demasiados detalles innecesarios o subtramas que no aportan nada al mensaje principal, el público se siente abrumado y se pierde la esencia de la historia. En este contexto, menos es más.

Para resolver este problema, céntrate sólo en lo que es esencial para la historia. Cada elemento -ya sea un personaje, una escena o un diálogo- debe contribuir al desarrollo de la narración y al impacto emocional que quieres crear.

Evitar el exceso de detalles ayuda a mantener el ritmo de la historia y a dirigir la atención del público hacia lo que realmente importa. Recuerde que una historia clara y directa es más memorable y atractiva.

Consejos adicionales: Emociones y conexiones auténticas

Por último, recuerde que la narración es, ante todo, una herramienta de conexión. Además de evitar los errores más comunes, hay algunas prácticas que pueden aumentar el impacto de su narración:

• Incorpore emociones reales: Las historias que apelan a emociones como la empatía, el coraje y la esperanza son más poderosas. La gente recuerda cómo le ha hecho sentir una historia y, si se aprovechan las emociones adecuadas, se crea una experiencia que va más allá de las palabras.
• Crear puntos de identificación: cuando el público ve aspectos de sí mismo en la historia, conecta más profundamente. Incorporar dilemas y experiencias comunes hace que la narración resulte más cercana y relevante.
• Sea auténtico: la autenticidad es esencial para crear credibilidad. Si el público siente que la historia es verdadera y sincera, es más probable que se implique. Las historias con un mensaje claro y una perspectiva honesta tienen más probabilidades de inspirar y tener un impacto duradero.

Cada historia es una oportunidad para implicar, inspirar y, sobre todo, conectar con el público de una forma más auténtica.

Si dominas la estructura, te centras en lo esencial y te dejas llevar por las emociones auténticas, podrás evitar los errores más comunes y convertir tus historias en poderosas herramientas de comunicación e impacto.